El Consell Català de Ressuscitació (CCR), de acuerdo a las directrices del European Resuscitation Council (ERC) del cual forma parte, impulsa acciones para formar a los ciudadanos en las habilidades para hacer frente al problema que representa el paro cardíaco súbito, la cual es responsable de más de 350.000 muertes al año, fuera de los hospitales, en Europa. Esta cifra en Cataluña supone una muerte súbita cada dos horas y media, es decir al borde 10 muertos cada día en Cataluña.
El 80% de las paradas cardiorrespiratorias (en adelante PCR) son extra hospitalarias y con frecuencia tienen lugar con un familiar o un amigo al lado. Sólo un 15% de las PCR extra hospitalarias reciben Reanimación Cardiopulmonar (en adelante RCP) por parte de algún ciudadano. Si el testigo de la PCR inicia enseguida las maniobras de RCP, la supervivencia es de 2 a 3 veces mayor que cuando no se inician. Una RCP realizada correctamente consigue una supervivencia 20 veces mayor que cuando se realiza de manera incorrecta. Estos hechos están comprobados científicamente mediante los estudios que se realizan de todas los PCR. Por lo tanto la formación de la ciudadanía es una necesidad si queremos lograr una mejora en las tasas de supervivencia con calidad de las víctimas de muerte súbita y por tanto la formación de los escolares, futuros ciudadanos, debería ser uno de los objetivos. Desde el CCR nos hemos comprometido a hacerlo posible.
Partimos de las siguientes afirmaciones:
Con estas bases, la formación sistemática en Soporte Vital (SV) en los centros educativos supone un paso adelante y contribuirá a aumentar la supervivencia de los paros cardiacos de nuestra comunidad.
A partir de una propuesta presentada por el CCR a la Delegación Territorial del Departament de Educación y a la de Salut de las Terres de l’Ebre para incluir el aprendizaje de las maniobras de RCP en el currículo escolar, se creó un Grupo de Trabajo (GT) que elaboró el proyecto de programa que incluía la formación «en espiral» (figura 1) a realizar en todos los ciclos de la enseñanza obligatoria (infantil, primaria y secundaria) entre los 3 y 15 años. Tras una fase piloto de seis años, el proyecto fue aprobado como Programa por el Departamento de Educación de la Generalitat de Catalunya (DEGC), lo que ha posibilitado un crecimiento exponencial del programa. El apoyo técnico y de material para la implantación progresiva del programa corre a cargo del CCR.
Para incorporarse al programa se establecen un requisitos (figura 2). Actualmente para incorporarse al programa, el DEGC y el CCR determinan los territorios escolares candidatos [1] en los que se desarrollará el programa en el siguiente curso escolar. Posteriormente se convoca a los directores de los centros educativos de las comarcas propuestas a una jornada informativa que organiza el Departamento donde se les exponen los objetivos y metodología del programa con el fin de valorar la inclusión del programa en su currículo escolar ya que, de acuerdo con el organización del Departamento y la autonomía de los centros, el programa es optativo, es decir, debe ser aceptado por la dirección de cada centro. En el plazo de dos meses los directores lo proponen al claustro de profesores y comunican al CRP la aceptación del programa y la propuesta de profesores candidatos a realizar la formación.
Los candidatos a la formación de formadores, mayormente son los profesores de educación física, serán los encargados de la implantación del programa en su centro. Esta formación consta de 15 horas lectivas (8 presenciales y 7 on-line a través de la plataforma Moodle (figura 3) con unas tareas de planificación que deben completarse antes de finalizar el curso escolar. El objetivo general de la formación al profesorado, es dar conocimientos y habilidades para impartir y evaluar el programa en los centros educativos a través de las siguientes bases:
La finalización de la transferencia del programa a la aula acaba con el envío de una memoria final por cada centro que se traslada al GT del CRP formado por 4-5 docentes y posteriormente al GT general del CCR para gestionar adecuadamente el programa y valorar las propuestas de mejora continua.
[1] La Comunidad Autónoma de Cataluña está dividida en 10 regiones educativas. Los centros educativos quedan agrupados por medio de los diversos Centros de Recursos Pedagógicos (CRP) cada uno de los cuales dispone de una estructura de gestión, con un director de CRP. Nos algunos territorios el CRP coincide con la comarca. En comarcas grandes hay varios CRP. Cada CRP agrupa aproximadamente una media de unos 35 centros escolares públicos y concertados con un número de alumnos variable de entre los 1500 los más pequeños y 30.000 los grandes. Por ejemplo en las Comarcas de Girona, con un total de 9 demarcaciones, tienen un total de 345 centros de los cuales 275 tienen alumnos de educación infantil, 270 de primaria y 100 de secundaria con un total de 103.300 alumnos.
El GT del CRP (con el apoyo del CCR) a partir de ese momento es el responsable de la gestión del programa en su zona, valorando la necesidad de nueva formación para incorporar más profesores, gestionar el material, realizar las memorias anuales y las propuestas de cambios si fuera necesario.
En el momento actual (marzo 2018) son 26 las regiones educativas incorporadas al programa (figura 3). Si al finalizar el curso 2016-2017 habían completado la formación 510 maestros y profesores y siguieron la formación 106-000 alumnos, para el final del curso actual las estimaciones son de más de 100 maestros formados y más de 135.000 los escolares que seguirán el programa (fig.4-7).
Finalmente se presentan los resultados anuales al DEGC y de acuerdo a su análisis adecuar la planificación de las siguientes intervenciones, cerrando así el circuito.